martes, 14 de agosto de 2018

Reflexiones sobre Educación: Crítica a nuestro Sistema por A. Lorca


Los docentes de hoy en día nos encontramos ante la difícil tesitura de tener que lidiar día a día con alumnos/as que no están motivados, que no tienen predisposición por aprender y que no tienen ganas de ir al colegio, y pensamos que son los padres los principales culpables de esta situación porque no les inculcan en casa este deseo. Pero, creo que es hora de que nos miremos el ombliguito. ¿Y si la culpa en gran parte es nuestra? ¿Y si no somos capaces de generar los instrumentos y medios para que los padres se involucren y que los niños se conviertan en agentes activos del proceso educativo? ¿Y si muchos de nosotros no estamos implicados y nos es más fácil mandar deberes y seguir un libro?

Después de leer el libro de César Bona “Las escuelas que cambian el mundo” me ha hecho reflexionar mucho sobre todo esto. Si los docentes no conseguimos ganarnos a nuestro público como si de un espectador de una serie o saga de películas se tratase, por mucho que en casa los animen a seguir viéndola, la película va a ser la misma, la que experimentan día tras día el alumnado. Créeme, tú que como docente me estás leyendo, agradecerás convertir tu profesión en algo impredecible y no caerás en la monotonía porque estarás en continuo aprendizaje y por seguro estoy que, todo este proceso te será más gratificante.

Es obvio que nuestro sistema educativo no ayuda a que los docentes tengamos una guía o ruta que nos marque los pasos a seguir. Sin embargo, un docente debidamente cualificado y preparado no es un docente sumiso a un currículo preestablecido, es un docente que teniendo en cuenta lo que dice el currículo es capaz de generar propuestas y proyectos que se ajusten a este. Es decir, es capaz de jugar con el currículo a su gusto y conveniencia, de manejarlo y sacarle el provecho en función de lo que surja trabajar, de buscarle las cosquillas porque es el docente el que debe dominar el currículo y no el currículo al docente. De eso se trata ¿no?, mientras todo esté justificado correctamente ningún inspector, que, por cierto, (cuasi)ninguno ha experimentado que es educar dentro de un aula con 27 alumnos/as, nos puede objetar nada.

Por tanto, como bien dice César Bona (2016) y otros muchos docentes muy muy implicados con muy buenas ideas, en la nueva sociedad del siglo XXI se buscan “agentes del cambio”, niños y niñas competentes, que sepan resolver cualquier conflicto del día a día, que sean buenas personas, que sepan trabajar cooperativamente, que sepan expresarse oralmente y por escrito, personas resilientes, empáticas, motivadas, sensibles con el medio ambiente y los animales, que asuman responsabilidades, que se emocionen y que tomen decisiones y un sinfín de capacidades. De esta manera, la atención a la diversidad está garantizada porque cada uno trabajará en función de sus posibilidades porque aprenderían más a mirar por el compañero que por sí mismos.

No olvidemos que no solo hay un César Bona, sino que hay miles de ellos con grandes proyectos, con grandes ideas distribuidos por cualquier pueblo remoto, cualquier barrio o ciudad... que, aunque no hayan tenido la repercusión de este, han conseguido marcar y seguirán marcando a muchas generaciones de personas. Todos ellos lo hacen por amor a su profesión y César ha sido la cara que representa a todos ellos.

Al fin y al cabo, se trata de eso, de la formación INTEGRAL de las personas, preparadas para las nuevas demandas laborales. No se trata de que solo sepan y tengan un buen background de conocimientos, sino que tengan las herramientas precisas para desenvolverse sin problema. Dejemos que participen en la vida escolar del centro, que tengan voz y voto, que se les escuche y que dentro de las aulas un maestro/a conozca más de ellos, que conozca sus intrigas, sus preguntas, curiosidades, gustos, intereses... todo esto es posible mediante asambleas, y es muy probable que de este modo surjan proyectos apasionantes.



¿De qué sirve una persona que sepa mucho si luego no es capaz de trabajar en equipo, de respetar a las personas y resolver problemas?

No se trata tanto del resultado, sino del proceso y de las estrategias cognitivas y metacognitivas que hayan utilizado, porque esto es lo que a ti como profesor te permitirá ver quién es competente de verdad.

Y me preguntaréis, sí, todo muy bonito escrito aquí, pero la realidad es otra, ¿y cuando trabajas los contenidos y objetivos? Muy sencillo, no hace falta un libro para trabajarlos porque estos van surgiendo, constantemente surgen con las curiosidades de los alumnos/as. Los contenidos no son más que un medio o una excusa para que se trabaje por competencias. Es por ello que, si se trabajase en función de los intereses, los objetivos y contenidos se van dando sobre la marcha y que más da si no los seguimos a rajatabla, el estudiante va a aprender otros muchos que, aunque no estén estipulados también pueden ser necesarios para el día a día. Igualmente, la mayoría de los contenidos que memorizan los acaban olvidando, siendo de la otra manera más significativo.

Ni siquiera los contenidos en las distintas Comunidades Autónomas son los mismos, ni las asignaturas, y que decir de que cuando llega un nuevo partido político al poder guía la educación a sus intereses particulares, un día tenemos Educación en Valores, otro Ciudadanía, otro Religión... Si ni siquiera los políticos saben qué deben saber porque realmente, si nos ponemos a pensar, la utilidad de memorizar contenidos es limitada.

Imagínate, incluso, he visto trabajar la asignatura de Cultura Digital con un libro de texto, y seguro que no le encuentras la lógica como profesor, o trabajar la Literatura sin que el alumnado lea, es más útil aprender la historia de la Literatura (nótese la ironía).

No sería mejor que los niños/as leyesen y, posteriormente, investigasen sobre el autor, la época en que se hizo el libro… y a partir de ahí generar un proyecto histórico basándonos en esos libros (o adaptaciones, en caso de niños de Primaria). Se puede trabajar la aritmética al mismo tiempo que las unidades de medida (peso, longitud, capacidad…) mientras cocinamos, medimos la pista de nuestro deporte favorito, etc. ¡Ahhh, no!, que este tema tiene que darse en el último trimestre (que poco natural).

Si otros docentes y centros educativos han podido y se ven que los resultados son mejores, ya es hora de que no nos escondamos ante esta excusa barata para defender lo indefendible y cerrar los ojos ante un movimiento de cambio que se está produciendo. Esos docentes son gotas de aceite que poco a poco se van uniendo y haciendo más grande. Déjate llevar por tu creatividad docente, y ve con tus ideales a por todas, sáltate la zona de confort y arriesga, tus alumnos/as y tú lo agradeceréis. 

Bibliografía

BONA, C. (2016). Las escuelas que cambian el mundo. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona: España






No hay comentarios:

Publicar un comentario

CARTAS Y MENSAJES DE ÁNIMOS A LAS PERSONAS  EN LOS HOSPITALES  QUE ESTÁN COMBATIENDO EL DICHOSO VIRUS  He aquí algunas de las cartas qu...