sábado, 10 de noviembre de 2018

La interculturalidad como paso a una buena convivencia: crítica a la sociedad española

A la vista está que, vivimos en una sociedad cada vez más globalizada gracias al comercio, las mejoras en los medios de transporte, los avances en nuevas tecnologías, el turismo, las migraciones por motivo de trabajo, entre otras razones. La multiculturalidad y las relaciones interculturales en cualquier sociedad es algo habitual hoy en día, aunque hay gente que ve esta circunstancia como un inconveniente que irrumpe e interrumpe el desarrollo de nuestra nación.

Este movimiento de rechazo irracional, incoherente, inhumano y extremista está en auge y son muchas las personas las que culpan a los inmigrantes y extranjeros de los problemas que está sufriendo nuestro país y los problemas que están teniendo en muchos contextos de familias españolas, tanto que estamos llegando a creer que solo se presta atención a las personas que vienen de fuera, cuando eso no es cierto, son todo falacias de las redes sociales.

No olvidemos que gracias a que algunas personas en el pasado decidieron partir a otros países, hoy en día disponemos de la más amplia variedad de materiales, objetos,  gastronomía, tradiciones e incluso idiomas. Esas personas trajeron consigo poco a poco sus tradiciones como la pizza, los espaguetis o la lasaña que te comes (italiana), la cerveza que te bebes (alemana), los móviles que utilizas (chinos), las zapatillas Adidas o Nike que vistes (tailandesas), la cachimba que te fumas (marroquí), el mineral del que está compuesto algunas joyas (africanas), las canciones que escuchas (latinoamericanas), palabras derivadas de otros países y un largo etcétera. Por tanto, la multiculturalidad suma si eliminamos prejuicios y estereotipos, si respetamos a todas las personas por lo que son: PERSONAS, y si vemos esta como un motor para el desarrollo- Solo sacamos a la luz aspectos negativos de estas, culpa también de los medios de comunicación y redes, que maximiza o achaca los actos delictivos a la procedencia de una persona cuando cualquier persona independientemente de su nacionalidad, etnia o cultura... puede cometerlos, pero solo se visibilizan a determinados sectores porque tiene mayor impacto mediático que una persona de fuera se comporte fuera de la ley.


La discriminacion y la xenofobia no es algo innato, sino es algo que se desarrolla que se aprende con la experiencia negativa de lo que nuestros inocentes infantes los inocentes escuchan o ven, y es por eso, por el cual debemos fomentar proyectos en las escuelas que involucren a las distintas familias y culturas, que estén en contacto, que escuchen lo que se tienen que decir, que aprendan a empatizar y que vean esas diferencias culturales como una ventaja. El reconocimiento mutuo en relaciones de igualdad, la convivencia dentro de los centros educativos como espacio común... todo ello sin olvidar las características de su cultura.

Desde la escuela, como docentes debemos fomentar en los ciudadanos del presente y del futuro una sociedad más tolerante, solidaria y sin prejuicios, ya que estamos viviendo en nuestro país un periodo un poco convulso en este sentido, especialmente con personas africanas. Sin embargo, la implicación es labor de las familias, que deben asentar todo lo que sus hijos aprendan en la escuela y se comporten conforme a los cánones de convivencia.



Sinceramente, no entiendo ese extremismo hacia los inmigrantes, sobre todo inmigrantes africanos... esas personas no deberían morir en el mar, lo moral sería continuar salvándolos porque ellos/as no son el enemigo. Veo esta problemática como un telón que ayuda a muchos a tapar otros problemas de estado, provocando un movimiento y un incremento de las personas que se creen todo lo que dicen, y es hora de decir basta. Basta a que nos manipulen como quieren y a taparnos los problemas generando odio.

El culpable es el empresario, el político que te roba, es el que cobra más por dietas que una persona de a pie su salario, el culpable es la persona que te hace un contrato de mierda, es el hombre de negocios que se echa al bolsillo el dinero de una obra pública, son los bancos rescatados que no devuelven el dinero, las carreteras también rescatadas, es el estado que deja escapar a nuestros mejores estudiantes para que otros países se aprovechen...
Tampoco el inmigrante es el que te quita el salario, porque si una persona que acaba de llegar a tu país, no habla tu idioma, no tiene la misma preparación y experiencia que tú y te “roba” el trabajo, a lo mejor el problema es tuyo... ¿no crees?

Estas personas suelen hacer el trabajo que nadie quiere como trabajar al sol en el campo así que no creo que sean el problema. Escucho a mucha gente decir que los 15.000 euros que cuesta ayudarlos a todos para darles de comer, ropa, rescatarlos del mar, etc es mucho y es dinero que perdemos los españoles. La verdad, es que ese dinero es una miseria comparado con lo que cuestan unas vacaciones de una familia hispano-griega de los altos cargos del estado (la familia real): 1.300.000€, así que dejémonos de demagogia y veamos dónde y quién pierde nuestros recursos económicos. 
Creo que salvar a un ser humano no tiene precio, sobre todo sabiendo que si recortamos donde de verdad hay que recortar (no me refiero sanidad ni educación) habría para todos y nadie estaría echándole las culpas al inmigrante porque no serían un problema (realmente nunca lo han sido).
Os recomiendo que dejéis de creer las noticias del Facebook, no es tan fácil obtener los papeles de un país, no es tan fácil recibir una ayuda del estado y no me creo que se ayude más a un inmigrante que a cualquier otra persona. Si una persona recibe ayuda es porque cumple todos los requisitos para ello.

Lo que si debemos es buscar una forma de regular o acabar con las pateras, de acabar con las mafias que mueven todo esto y evitar que personas se jueguen la vida. Seamos más empáticos, estas personas están muy desesperadas para dejar toda su vida y lanzarse al mar o hacer miles de kms. No vamos a ser más españoles por querer lo mejor para nuestros compatriotas, tenemos que tener ese sentimiento de pertenencia a nuestro país, claro está, pero siendo, además, buenos ciudadanos de nuestro planeta que un día nació sin fronteras.

Bibliografía

SÁEZ, J. y GARCÍA, A. (1998). Del racismo a la interculturalidad: competencia de la escuela. Ed. Narcea: España

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