Durante el transcurso de este post, haremos una breve explicación sobre las asambleas como recurso didáctico y explicaremos algunas de sus temáticas, en las cuales hemos tenido la oportunidad de participar y observar aspectos positivos, que se deben de tener en cuenta.
En primer lugar, debemos definir qué es una asamblea educativa. Podemos referirnos a ellas como un espacio donde docente y discente comparten y dialogan sobre diferentes opiniones, ideas y experiencias de forma democrática. Las asambleas nos dejan abordar muchos y diversos temas de interés para nuestro alumnado, y a su vez ellos pueden participar y aportar siempre su granito de arena. Desde nuestro punto de vista, es una gran herramienta aplicable en cualquier aula, puesto que el alumnado de seguro tendrá un actitud positiva frente a una dinámica de este estilo. Todo lo explicado está basado en lo que Iglesias et al afirma, (2012):
La asamblea es un acto cooperativo, participativo en el que se toman decisiones sobre cualquier tema de la vida escolar [...] Basada en el diálogo, implica importantes aprendizajes para la vida [...] La asamblea es un espacio donde aprenden autonomía, donde madurar con el resto del grupo, desarrollar la empatía y el pensamiento crítico a medida que sus miembros negocian, hacen propuestas constructivas de trabajo o de organización, llegan a acuerdos y asumen responsabilidades. Nos permite descubrir y aprovechar las potencialidades individuales y del grupo [...] Mediante la asamblea se trabajan las competencias básicas y habilidades sociales (p. 71-72)
Tras esta definición del concepto de "asamblea educativa", debemos señalar lo que necesitamos para poder realizarlas:
- Un pequeño espacio de la clase, donde quepan todos nuestros alumnos sentados en círculo.
- Varias ideas sobre las temáticas a organizar.
- Uso del material pertinente. (Proyecciones, tarjetas plastificadas, objetos, libros, fotos y un largo etcétera de materiales en función de la planificación del docente)
- Ganas y predisposición por parte del docente.
Una vez mencionado esto, debemos comenzar a organizar nuestras asambleas, para ello ha de respetar una franja de tiempo en nuestro apretado horario, para así poder hacerlas, por ejemplo, la primera media hora al llegar a clase. También, hay que tener en cuenta los temas a tratar cada uno de los días, para que así los educandos asocien la asamblea con una temática particular, cosa que les ayudará a tener una predisposición a la asamblea dependiendo del día de la semana. Ejemplo: el lunes lo dedicaremos a hablar del último libro que haya leído alguno de los estudiantes.
A continuación, nos gustaría mencionar algunos ejemplos de temas o tópicos a tratar en cada una de las asambleas:
- Arte por el mundo. Ya sean monumentos, cuadros, edificios importantes, etc.
- Habilidades del alumnado, que las muestren a sus compañeras. Algún deporte, magia, artesanía.
- Lecturas que hayan realizado nuestros alumnos (ya pueden ser artículos de periódicos, revistas, libros...).
- Creación de palabras, tal y cómo nos mostró César Bona en su primer libro. Los discentes darán nuevos significados a palabras "extrañas" de nuestro léxico, por ejemplo, denigrante: "Emigrante que viene de la ciudad de Denia"
- Debates sobre temas de interés para el alumnado y de actualidad.
- Inteligencia emocional, es otro aspecto que puede ser trabajado en las asambleas con nuestros discentes.
Mucha de la información expuesta y las fotos mostradas se recabó durante nuestro periodo de prácticas en el C.E.I.P El Tejar.
- IGLESIAS, B., DE LA MADRID, L., RAMOS, A., ROBLES, C. & SERRANO, A. (2012). Metodologías innovadoras e inclusivas en educación secundaria: los grupos interactivos y la asamblea de aula. Revista Tendencias Pedagógicas, 21, 63-78. Recuperado el 26 de octubre de 2015 de, http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4182890
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